28 de mayo de 2007

Parábola de los talentos en la cuesta de Moyano y en Generación Siglo XXI

Muy buenas a todos:

A quienes estáis encontrando alguna que otra dificultad para conseguir La Parábola de los talentos en Madrid, os informo de que actualmente se encuentra a la venta en la caseta ocho de Moyano, junto al resto de la colección Guermantes de Gens Ediciones; aparte de en las principales librerias de la capital y en la sede de Gens (Santa Inés, 4, a dos pasos del Reina Sofía) en horario de 10.00 a 13.00 h de lunes a viernes.

Por otra parte, reproduzco a continuación la reseña que la periodista Emilia Lanzas hizo de la antología en la revista universitaria Generación Siglo XXI:

Parábola de los Talentos
Antología
Editorial Gens (colección Guermantes), 2007

Emilia Lanzas

“Relatos para empezar un siglo”: tal es el subtítulo que conlleva una perspectiva de futuro y una propuesta. Doce autores (Inés Mendoza, Julio Jurado, Enrique Triana, Juan Carlos Márquez, Matías Candeira, José Delclaux, Mª José Codes, Aldara Fdez. de Córdova, Elena González, Ignacio Jáuregui, Elena del Hoyo y J. Luis Pereira) caracterizados por la heterogeneidad. Estilos e historias diversas que rompen el principio del pensamiento único, también imperante en la actual literatura oficial.

Aunque existe desigualdad como en cualquier antología; y para determinar un punto de encuentro, puntualizar que estos relatos están unidos por su pretensión de trascender, transgredir y extralimitar la apariencia con la finalidad precisa de mostrar ese más allá, esa otra realidad. Lo que, en verdad, nos configura.

Porque escribir –algo que parecen tener muy claro los cuentistas de esta antología- es hacer de lo cotidiano extraño, y lograr así, el acto prometeico de la revelación.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por la parte que te toca, Juan Carlos.

Besos orgiásticos.

glou dijo...

Gracias por la información.

Mira por donde, por fin tengo un lugar cercano donde capturar esas letras entre hojas enganchadas.

Proteo (Málaga)

Alobada

Anónimo dijo...

Siento ser mosca cojonera, pero tengo que discrepar. ¿Qué es FNAC? O no es librería, o no es principal. Pero de Gens, ni el nombre.

Sergi Bellver dijo...

Pues mira, Marsu, las moscas cojoneras, en ciertos casos, como el que nos ocupa, no son sino vehículos para la profilaxis, zumbidos útiles en los oídos de quien quiera escuchar.

Me consta que en la FNAC sólo tienen un título de la colección Guermantes de narrativa, de Gens, se trata de Mudanzas, de Javier Sagarna. Pero han asimilado tanto su condición de hipermercado (que es lo que son a día de hoy, por mucho que quieran ir de mecenas de la cultura "alternativa") que, aparte de que muchas veces (no siempre, hay reconfortantes excepciones) los vendedores no tienen ni idea de lo que les estás pidiendo, los que se encargan del catálogo disponible a menudo pasan completamente de las sugerencias y peticiones de los lectores. En su día pedí la Parábola y con cierto desdén me dijeron que no lo traerían, que pasaban olímpicamente.

Que no se puede vender todo lo que se publica, vale, pase, pero que tengan sus relucientes columnatas con las zafiedades comerciales de turno y no le hagan un huequecito en las estanterías a un simple ejemplar de cada título independiente, me parece que por lo menos les desacredita como "librería". Que no engañen, es un puñetero hipermercado, exactamente igual que el Carrefour o el Alcampo, pero de "cultura" (es un decir).

Lectores como tú, Marsu, y otras inteligentes moscas cojoneras pueden, si les viene bien, hacerse con esa edición de bolsillo de algún clásico por cuatro duros en esa clase de sitios, pero si quieren de veras hacer descubrimientos valiosos sobre lo que se hace HOY en la literatura, deberían revolotear por otras librerías literarias. Como "librería principal" (aquí el apellido al menos sí le cabe), es verdad que la mayoría de títulos de Gens están en La Casa del Libro (y que puedes pedirlos ahí por internet), pero, a pesar de la urticaria que te da bajar a Madrid... por si alguna vez te llevas la contraria, el placer de llevarte un librito de la cuesta de Moyano, rodar acera abajo entre los árboles del botánico, etc., no tiene precio.

En fin, Gens, en el fondo, está empezando, y ya llegará el momento de estar presente en muchas librerías-librerías, pero desde luego, salvo contadas excepciones, más tardará la FNAC en apostar por las editoriales independientes. Un hipermercado sólo mira por el balance de pagos, y eso de difundir la verdadera cultura lo tienen como lema publicitario y poco más. Y hay librerías que, aparte de buscar la lógica y legítima viabilidad, tienen ese otro afán de contagiar buena literatura a sus clientes. Es cuando te encuentras un librero impagable al otro lado, y no un mero tendero que lo mismo le daría vender novelas, relatos, poesía, sartenes, zapatos o chorizos del Bierzo.

Hala, ya me he quedado a gusto... :-P

Juan Carlos Márquez dijo...

A Ella: gracias, mujer. Ya me irás contado cómo va tu orgía con tapas. Seguro que muy bien. Ya sabes que esta es tu casa para lo que necesites.

A Alobada: Qué bueno, Alobada. Para mí (y para todos mis compañeros de antología y de editorial) cada nuevo lector es un florecimiento. Puagggg, parezco Antonio Gala. En serio, que nada me alegraría más que un nuevo lector.

A Marsu: No tengo nada que añadir, maja. Sergi ha sido ya bastante elocuente y estoy de acuerdo con él. Nuestros caminos y los de FNAC son divergentes.

A Sergi: Lo has clavado, tío.

Sergi Bellver dijo...

¡¡Huán-cál.lo!! (voz tipo Chus Lampreave desde la cocina), que sepas que no te hablo, que he reparado en que dice "blog" de S.B. ahí al lado, en los enlaces, pero bueno... ¿pero esto que es? :-P

Bueno, y ahora en serio, como dices, hay caminos divergentes con cierta manera de hacer literatura y el buen hacer de la literatura cierta. Lo que no significa que algunos no tengáis, no tengamos, derecho a repetir y redundar ese momento de felicidad del que hablas: encontrar eco en un nuevo lector, y en otro más, si el trabajo es honesto desde el principio. Hay que encontrar la manera de difundir cultura sin publicitar consumo, de contagiar libros sin vender motos.

Voy a trabajar un poco, que si no, no va a haber caseta de **** el año que viene...

Anónimo dijo...

A pesar de la urticaria, la cuesta de Moyano es de las pocas cosas que me hace entrar en Madrid. Este sábado por la tarde, sin ir más lejos.

Y, estoy de acuerdo en calificar FNAC como hipermercado; no es que no tengan todos los títulos que se publican, es que la mayor parte de los dependientes no saben lo que tienen, si no tiran de base de datos; y cuando les mencionas unas editorial más o menos pequeña, ponen cara de póker o de "¿mande?". Está claro que debería darles vergüenza, querido Juan Carlos, pero desde mi humilde punto de vista de mosca cojonera creo que no es correcto caminar de forma divergente con ningún lugar donde puedan vender un libro. Aunque fuera una mísera gasolinera. Como escritor, genial que quieras diferenciarte, tener un poco de clase (como Sergi con los premios, rechazando un Planeta por falta de categoráa... aunque yo en su día me refería meramente a las "pelas"). Pero para los lectores, estaría bien que los distribuidores nos lo pusieran más fácil. Y más barato, que comprar por la red a veces se hace más cuesta arriba que subir por Moyano. Y perseguir dependientes de librerías de pueblos de las afueras llega a resultar un coñazo. Al final, una se rinde,y se compra el puñetero best seller que ocupa todas las estanterías. O a tirar de fondo de armario, que es más barato y más sano.

Creo que yo también me he quedado a gusto. Y que me voy a callar un poquito.

Juan Carlos Márquez dijo...

Marsu, si los que pasan son ellos, los del FNAC. A nosotros como si el libro se vende en las fruterías (eso sí, yo al programa de Ana Rosa Quintana no voy)

Anónimo dijo...

Yo iba a decir algo al respecto de lo que se está debatiendo, pero mejor me callo, que estoy de un calentito...
Qué ilusión, Juan Carlos, encontrarme a la orgiasta Alobada por aquí. Seguro que desde ya has sumado otra lectora, y de las buenas..

Besazos de me muerdo la lengua.

Anónimo dijo...

Cómo os ponéis con la Fnac. Yo, callado, que me premió un cuento el año pasado (bueno, en realidad me lo premiaste tú, JK, y tus secuaces de la EdE, y me temo que nadie de la Fnac llegó a leérselo ni en su propia página web).

Marsu, qué bueno eso de que a veces comprar por internet se hace más cuesta arriba que remontar Moyano.

A mí, hace poco, en la Fnac de Bilbao, una monísima iletrada me dijo, utilizando el ustedeo y una semisonrisa condescendiente a modo de bofetón: "Disculpe, no trabajamos con Páginas de Espuma". La miré; qué hermosa eres, pensé sin venir a cuento, y qué tonta, hija. "Pues qué pena", le dije; "no sabéis lo que os perdéis". Y crucé la alameda de Urquijo hasta la Casa del Libro.

Anónimo dijo...

Que la fnac no trabaje con ciertas editoriales tiene varias explicaciones (como la imposibilidad de asegurar, en la negociación con algunas, el descuento del 5% que tienen todos los libros) pero de todo eso no sé lo suficiente como para exponerlo aquí.

Eso sí, como librera de la Fnac(no creo que ésa de la que hablas porque no soy ni hermosa ni tonta)y como ferviente lectora, a mí también me da pena que algunas editoriales minoritarias e interesantísimas tengan tan poca difusión.

Muy "literaria" tu forma de narrar la anécdota.. pero poco respetuosa.

Fdo. otra iletrada.