Anoche padecí de insomnio y me dio por pensar en películas de terror. Me empeciné en rebuscar entre mi universo cinematográfico cuáles han sido los tres filmes de miedo que más me han impactado. La decisión no fue sencilla, estas decisiones nunca lo son, pero, tras darle muchas vueltas al asunto, escogí estos tres:
El péndulo de la muerte, de Roger Corman.
Creo que no cabe mayor horror que el de ser enterrado en vida ni mayor zozobra que la de oír un grito de ultratumba o cómo unos dedos arañan el interior de un ataúd. Recuerdo que la vi, siendo muy niño, en el UHF, como parte de un ciclo dedicado a Corman, el que fueron proyectadas también, entre otras muchas, La máscara de la muerte roja, El cuervo y El hombre con rayos X en los ojos.
Cromosoma 3, de David Cronemberg.
Tiernos infantes deformes. Basura genética ejecutora de un odio transmitido de forma telepática. Brrrrr. La vi en un cine de doble sesión que ya no existe, El Artagan, en Bilbao, y todavía me reviene a veces algún escalofrío.
¿Quién puede mata a un niño?, de Narciso Ibáñez Serrador, según el relato de Juan José Plans.
Más niños. Y niñas. Y más creciditos. Niños que, armados con cuchillos y hoces, caminan en patrullas las callejuelas entre fachadas recién encaladas, bajo la luz cítrica del sol, con la única intención de encontrar una nueva víctima. Juegos infantiles que finalizan con la muerte e, inexorablemente, vuelven a comenzar. Nunca antes los días luminosos me causaron tanto pavor. Aún hoy, cuando visito algún pueblo a la hora silenciosa de la siesta y me topo con algún niño jugando a la puerta de su casa, aprieto el paso o cambio de dirección.
¿Y las vuestras?
6 comentarios:
También vi ¿quien puede matar a un niño? hace muchísimos años y la recuerdo perfectamente, pero no tanto como peli de terror sino como algo molesto, desagradable, hasta los fetos se cargaban a las madres, (algo que, no es de extrañar, recordaba cuando estaba embarazada). Me ha chocado mucho que digas que lo que más miedo te da es ser enterrado vivo, porque coincidimos plenamente, para mí es tb lo más terrible (no deberíamos decirlo, para no dar pistas), aunque yo lo saqué de un corto de Hitchkock que me impactó muchísimo. Pero a mí la peli que más miedo me ha dado fue una que vi en la tele con la indefensión de la tierna infancia, de la que no recuerdo ni el nombre ni el argumento pero en la que andaba por ahí una mujer muy mala: rubia (como no), con un moño altísimo como el de March Simpson, y con unos ojos grises parecidos a los del maestro de Kung-Fu que se le encendían para asesinar a sus víctimas. Encendía los ojos y podía quemar cuerdas y matar a las personas. Seguro que la peli era tan mala malísima como su protagonista, pero a mí me impresionó hasta la obsesión, todavía recuerdo verla avanzar con los ojos encendidos por el pasillo de mi casa hacia mi cama, por donde anduvo muchas veces en mi imaginación, y mi madre también recuerda la mala hora en la que vi aquella película, la de noches que no me podía dormir por su culpa y el tiempo que estuve sin permitir que apagaran la luz porque decía que venía “la señora apepinada”. Fue un auténtico trauma infantil, el trauma de la señora apepinada. De mayor me han impresionado más las de tensión que las de miedo, pero no empiezo a contar que aburriría a las piedras.
Y ya que va de pelis, hay una de Eric Rohmer titulada “Las noches de luna llena” donde nos descubren que esas noches la gente no puede dormir, y los protagonistas van acudiendo en plena noche a un bar que se llenaba con todos los insomnes. Lo digo porque estos días hay luna llena.
Saludos y felices sueños (sin señoras apepinadas ni lunas).
El resplandor, con ese pasillo de ajedrez, el hotel desierto, las gemelas de ultratumba.
La semilla del diablo, una comunidad de vecinos diabólica preparando el nacimiento de Satanás. Bonito corte de pelo, el de Mía Farrow.
La profecía de Damien, yo es que a los niños luciferinos les tengo pavor.
Yo antes de leer el comentario de Pat trizia ya había pensado en el resplandor, otra que me tuvo meses sin dormir fué viernes 13 ( se me ocurrió verla en el sótano de casa de mi abuelo en medio del campo en Winsconsin, tenía ocho años y estaba yo sola, mi abuelo me dijo que podía ver cualquier película menos esa...)
Teodora
El Resplandor, ¡sin lugar a dudas!
Poltergeist (¿quién se iba a imaginar entonces que tendríamos en vez de fantasmas en la tv, tanta basura?), Demons (¡viva Dario Argebto, y aún más su hija!), y Cementerio de animales (la mejor adaptación de una novela de King-sacerdote).
Yo también vi la de "El péndulo de la muerte" cuando era niña. Y esa noche fue terrorífica, metida entre mis padres, en su cama, con un candil colgado en una rinconera (supongo que se fue la luz eléctrica). El aceite chisporroteaba y la llama parecía moverse. Luces y sombras corrían por las paredes de la habitación. Toda la noche suplicando que no se consumiera el cabo.
Lola Sanabria
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