19 de mayo de 2009

CONFESIONES DE BLOGUEROS (al hilo de la última entrada del Bellver)

1. Soy un escritor ninguneado. Como nadie entiende mi genio me autoedito. Acabo de abrir un blog. Se van a enterar éstos de lo que vale un peine.

2. Soy un escritor poco conocido pero con obra publicada. El interés principal de mi blog es el autobombo y platillo. Como me aburro de hablar de mí mismo y a estas alturas me parece bochornoso anunciar todos mis éxitos de andar por casa, a veces hablo de otras cosas que tienen que ver más o menos con la literatura: recomiendo libros que me gustan, hago de altavoz de mis amigos, cuelgo canciones que me gustan, hablo de fútbol, etcétera. Un blog de vaguete, que continua casi por inercia, pero que a veces puede deparar alguna sorpresa en forma de recomendación, más visceral que justificada. Ya he dicho que soy un vaguete.

3. Mi blog nació como de autobombo y platillo, pero luego le he cogido la gracia. Me gusta la literatura, entiendo, y creo en los blogs como un escenario alternativo a la ceguera y la falta de criterio de los medios tradicionales. Claro, no soy tonto, y no voy a hacer nada por nada. He hecho unos cuantos amigos, soy generoso con otros escritores y con algunos editores, me llaman para hablar en los periódicos. Hombre, ¿qué harían ustedes en mi lugar?

4. Yo no sé aún lo que soy, pero le doy con el palo a todas las piñatas. Hay que estar atento y, de paso, irse allanando el camino. Hace un par de años a éstos no les hacía caso ni cristo y ahora hasta salen en el Babelia ese. Psss. Yo también soy escritor. Todavía no ha llegado mi hora. Pero llegará. Ahora estoy inmerso en la tarea más ingrata, hacerle la pelota a esos cabrones, decir que sus mierdas de textos son excelentes, cerrar los ojos y taparme la nariz para aguantar el mal olor. Todo sea por publicar.

5. Yo soy un crítico supermoderno, de lo last. He conseguido, con mucho esfuerzo, crear una serie de teorías retorcidas y huecas y ahora hasta tengo un harén de acólitos que aplauden todo lo que digo. Pronto dominaré el mundo intelectual. Ja, ja, ja.

6. Yo soy aún más vago que el vago de antes y sólo me dedico a informar de lo que informan los periódicos: si muere éste o aquél, si a ésta o la otra le han dado un premio, entrevisto a quien se cruza por delante. El caso es que tengo que actualizar a diario el blog para que no se me escapen los futuros clientes. No lo he dicho, pero yo soy un profesional. Aspiro a vivir de esto y para que esto sea rentable no puedo dedicarle más que el tiempo que puedo dedicarle.

7. Yo soy un friki. Lo mismo hablo de videojuegos que rememoro el cuarto episodio de Star Trek o apunto la relación entre Blade Runner y las plantillas Devor-olor. Soy un relacionista, así todo el mundo se entera de que leo muchos libros, juego a la consola, veo series y pelis, leo cómics. En algo tengo que emplear mi tiempo, socapullos.

8. Yo es que soy muy fea. Y estoy gorda. Casi no leo libros, pero los cuatro o cinco que me he leído me cundieron mucho. El blog me ayuda a conocer gente. Si persisto, a lo mejor me echo un novio. O una novia. No sé. Me está entrando hambre.

9. A mí lo que me gusta es tocar los cojones, así que me abrí un blog para llevarle la contraria a todo el mundo. Que tal libro es una obra maestra, pues yo lo abro y me cago dentro. Que la generación nosequé es el acabose, pues me despiporro. Porque yo soy un humorista. Y el humor es libre. Así que nadie puede decirme nada, porque eso significaría que no tiene sentido del humor, y a la gente no le gusta que le recuerden que no tiene sentido del humor. ¿Es o no es?

10. Y entonces me dijo el redactor-jefe: Luisito, coño, por qué no te abres un blog y te infiltras entre esos tontolabas de los blogs literarios. Hay que estar atento a todas esas mamarrachadas. Que no me entere yo que se pasa hoy el día y no dices ipod, chat o post. ¡Estos becarios!

11. Yo soy un experto y, por tanto, sólo recomiendo libros que no conoce ni cristo, de las mismas tres o cuatro editoriales siempre. Y de argentinos. Me ponen mucho los argentinos. Si tienen apellido judío mejor que mejor. Yo me descojono de los del bombo y platillo pero luego hago lo mismo. También me jiño en los concursos literarios, pero si hay sarao de por medio y dan buenos canapés y buen vino no les hago ascos. Los escrúpulos son para los débiles mentales.

23 comentarios:

Sergi Bellver dijo...

Cojones. A esta entrada no le han faltado ni los nombres, porque cada punto es un retrato-robot.

Acabaremos "haciendo amigos" y todo, a este paso...

Somos lo peor.

pd: el anónimo sorbemocos de siempre ya ha intentado dejarme hoy tres comentarios con tres nombres distintos... Prepárate.

hombredebarro dijo...

1.Yo.
2.Tú.
3.El síndrome.
4.No sabo.
5.Diario de Lecturas de VLM
6.El hueco del viernes.
7.El rincón de Alvy Singer.
8.Esa tú sabrás mejor.
9.Lector mal-herido.
10.Tampoco sabo.
11.Vivir del cuento.

Pero esa forma de señalar es ruín.

Francisco Ortiz dijo...

Es el cainismo siempre lo peor; la envidia y el egotismo vienen detrás, nunca faltan. Hay quien cree que esto de los blogs es una inversión, y anda con la cartera siempre abierta pensando en lo que cobrará por dar un pasito hacia delante y dos hacia atrás. Pero yo conozco a un buen número de gente válida que, desde lo pequeño, lo menos sonado, lo catalogado como de segunda división, aporta; y eso no es poco. Cada vez aprendo más -son ya tres años en esto de los blogs- de los despreciados y situados en la segunda fila y cada vez siento más asco por los que quieren colgarse títulos y adjudicarse valores y no se entretienen ni un ratito con la sencilla y benéfica autocrítica.
Muy oportunos este texto y el de Bellver.

Alice Silver dijo...

Muy buenos vuestros dos artículos. Que mundillo! Personalmente me jode la gente que pone comentarios gratuitos en otros blogs para darse autobombo y publicitar el suyo o incluso ponen enlaces sin ningun pudor. En su blog promocionan libros no publicados de si mismos que no se explican por que no han llegado a publicar con lo estupendos que son.

Juan Carlos Márquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Carlos Márquez dijo...

Son estereotipos, Hombre de barro, que se reproducen por toda la blogosfera literaria. Los blogs los llevamos personas y por eso reproducen o lo harán pronto los estereotipos de los medios tradicionales. Para mí la ruindad está en la adulación, el compadreo, la propaganda de libros que son auténticas castañas y, de un tiempo a esta parte, eso está pasando. Estoy desencantado con que esto parezca un paraíso de amantes de la literatura cuando no deja de ser un juego de intereses. Y lo plasmo a mi manera, empezando por mí. Y lo hago sin el paraguas del anonimato. No es ruin decir lo que se piensa, aún a riesgo de estar equivocado, ser un bocazas o mear por completo fuera del tiesto, eso siempre es opinable. Ruin es decir lo que no se piensa.

Jesús Ortega dijo...

Hola, Juan Carlos.

No, no es ruin decir lo que se piensa, aun a riesgo de meter la pata. Más bien es infrecuente.

Vengo de leer y participar en lo de Sergi, adonde me has llevado tú.

Esto de la adulaciones compartidas e interesadas es un verdadero virus. Yo te hago la pelota para que tú me la hagas a mí, etcétera.

Me han encantado tus retratos. Sólo les pongo un pero: están faltos de humor, están como cabreados.

Un saludo

Juan Carlos Márquez dijo...

Llevas razón, Jesús, estoy cabreado. La gente viene a los blogs a que les recomendemos buenos libros, nos da su confianza, se gasta su dinero. Cada vez que se vende un libro malo deja de venderse al menos uno bueno (o muchos). Está dinámica de la generosidad crítica nos conduce al mismo estatus de los medios tradicionales. Como blogueros y escritores nosotros sabemos leer entre líneas, sabemos cuándo a un comentarista no le ha gustado un libro aunque parezca que lo ha puesto bien, de qué pie cojea (cojeamos), qué intereses le (nos) mueven más allá, pero eso no lo sabe mucha gente que se pasa por los blogs. Y esa gente pica. Eso es lo que me cabrea, Jesús, que lo que hasta ahora ha servido para mostrar nuevas voces y buenos libros, con todos los peros que se le quiera poner, se acabe yendo al garete por cuestiones extraliterarias.

Jesús Ortega dijo...

Sí, tienes razón. Pero a ver.

Partimos del hecho de que los medios tradicionales están en muy pocas manos, que no existe la crítica sino la propaganda, y que hay mucha literatura valiosa que se queda fuera de los circuitos de promoción del conglomerado editorial-crítico-mediático.

Los blogs permiten que (por ejemplo) tipos como tú y yo tengamos un lugar desde el que hablar públicamente de literatura. Es una revolución. En mi caso particular (y perdóname que me cite, no volverá a ocurrir) yo he recomendado en mis últimas entradas los libros de aforismos de Neuman y Arcas y del poeta navarro Ramón Eder, las fábulas de Hesíodo y Esopo, los microrrelatos de Miguel Ángel Zapata, la obra dramática de Angélica Liddell, un cuento tradicional de los balcanes completamente inédito y traducido por primera vez al español, los microrrelatos de Ramón Gómez de la Serna y de Antonio Pereira y "El caracol de Byron", una novela de un autor completamente desconocido que lleva por nombre Rafael R. Costa.

Me gustaría haber conseguido que algunas personas se gasten su dinero en estos libros, pero creo que eso es darme una importancia ridícula. Lo que a mí me interesa es comunicar mi entusiasmo por la buena literatura que voy descubriendo, aprender mientras leo y mientras escribo sobre lo que leo. ¿Qué grado de influencia alcanzo? Me temo que escaso. Mi blog no es el "Babelia". Pero eso me permite una enorme libertad.

Yo creo que el lector no es tonto. El lector va sabiendo leer entre líneas. Con o sin nuestra ayuda, los malos libros se seguirán vendiendo como rosquillas. Siempre ha sido así.

Por otra parte, descubrir que un libro que fulanito te había puesto como maravilloso en realidad resulta ser un bodrio, es una experiencia típica de nuestro aprendizaje como lectores. Eso es muy instructivo y nos hace mejorar. Nos ha pasado a todos y nos seguirá pasando. No sólo el crítico/reseñador se retrata, sino que vamos cincelando nuestro propio gusto a golpes de estos encuentros y desencuentros.

Juan Carlos Márquez dijo...

Pues sí, eso también es cierto, Jesús. No había reparado en ese punto de vista. Bueno y lógico es lo de ir cincelando el gusto, aunque alguno se lastime un ojo o los dos con el cincel en el adiestramiento.

Jesús Ortega dijo...

Ja, ja

"¿Adónde vas con el ojo morado?"
"Es que me han vuelto a recomendar otro libro".

Un saludo

Ignacio Ferrando dijo...

Muy bueno, Juan Carlos. Mira que los de Bilbao vais por la vida haciendo amigos. Muy valiente la entrada, en serio, y muy, muy atinada. Al menos permitirá despertar conciencias y hacer un ejercicio de autocrítica. Por cierto, yo sí le veo mucho sentido del humor. Un abrazo y me voy a ver el de Sergi, que también promete...

Anónimo dijo...

MMM, interesante, me sugieren a unas tablas de la ley del blogger, todos lo piensan y todos lo practican, nadie lo admite y eso que -de todo eso que mencionas- nada es pecado, ¿o sí?

Que el autobombo devenga en azar, y el azar en suerte...

hombredebarro dijo...

No creo que los blogs literarios sean frecuentados por simples lectores, la experiencia me dice que sus visitantes son igualmente dueños de su propio blog. Lo m´´as interesante quiz´´as sea que muchos escritores entran en contacto con otros escritores. De vez en cuando quiz´´as con algun lector. Para exigirles a los blogs m´´as nivel habra que hacer critica de blogs. Pero tirar a dar indiscriminadamente, cuando a todos se nos viene a la cabeza el modelo no sera a lo mejor ruin, pero si poco elegante. Querer ser claro y no serlo es a veces uno de los defectos de los blogs. Para subir el nivel hay que mojarse.
Subamos el nivel con claridad y raz´´on. Perdon por la desquiciada acentuacion del teclado que manejo.
saludos a todos.

Juan Carlos Márquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Carlos Márquez dijo...

Es tu opini´´on.

Xuan dijo...

Me parecen muy interesantes todas estas reflexiones acerca de los blogs.
Yo no soy nadie en el mundo de la literatura. Estoy aprendiendo a escribir y se me puede considerar más lector que escritor. Sigo varios blogs, sobre todo porque me gusta la literatura pero también en busca de buenos libros.
Mi primer impulso cuando veo un libro recomendado en varios blogs es ir a la biblioteca a por él. Si no lo tienen (casi siempre por desgracia) lo suelo ojear en las librerías. Leo frases al azar, algún que otro microrrelato, me fijo en el estilo, para hacerme una idea del libro.
Poco a poco voy creando mi propio criterio. No me gasto el dinero en un libro así como así, aunque reconozco que me arriesgo un poco más con las antologías.
Pero no me cabreo. La blogosfera no deja de ser una manifestación del mundo real. Nadie me obliga a comprar un libro u otro. Con el tiempo vas alejándote de ciertos blogs sospechosos y centrándote en otros, igual que te alejas de ciertas emisoras de radio, de ciertos periódicos, de ciertas revistas, etc.

M dijo...

Pero hombre, K, en esta entrada no deberías suprimir comentarios. La guerra de azufre sería más divertida.

Manu Espada dijo...

Creo que en un blog cada uno debe escribir simplemente lo que le salga de los mismos huevos. Si eres fea y gorda y lo usas para ligar, me parece cojonudo, si quieres promocionar tu obra, también, y si lo quieres para exhibirte en pelotas, igual, porque cada uno es dueño de su tiempo libre. Al hilo de la tibieza de las críticas, sólo diré que he visto algunas críticas en algún blog a algunos libros y el autor se ha rebotado bastante con el que ha hecho la crítica, así que lo que no se puede pedir es franqueza, y luego enfadarnos con el que da su opinión si es contra nosotros mismos, porque eso significa: vamos a criticar a los demás, pero si lo hacéis conmigo me cagontó. También he visto alguna crítica en un blog en el que suelen ser muy francos a la hora de hacer críticas, creo que era solodelibros, y los amigos del autor cayeron cual tigres de bengala sobre el crítico, y la verdad es que tampoco eran cíticas malas, para nada, sino con algún matiz muy fino. Al final el crítico casi se tuvo que disculpar.

Juan Carlos Márquez dijo...

Xuan: me tranquiliza lo que comentas.
Manuespada: Internet da al autor la posibilidad de replicar a sus críticos(así no hay que ir a esperarles a la salida de su trabajo ni mandarles anónimos), de la misma manera que Internet da la oportunidad de criticar a cualquiera que pase por allí. Autores y críticos estamos en el mismo espacio y hasta coincidimos en las mismas personas. Esa es la Ley. Reclamar menor tibieza a los críticos no significa amordazar a los autores.
M: Hasta ahora no he moderado ningún comentario.

Juan Carlos Márquez dijo...

Manu, se me había olvidado: ¿Dónde he escrito yo que si eres gorda y fea no puedes usar el blog para ligar?

Manu Espada dijo...

Bueno, lo de la gorda no lo dices de forma explícita porque eres un tío inteligente, pero el grado de ironía que tiene ese punto hacia las gordas ligonas con blog es evidente, y lo sabes. En cualquier caso te lo digo porque en los blog todo el mundo tiene derecho a hacer de ellos el uso que quiera, para eso ya está el criterio del lector, que elige con cuáles se queda y cuáles son una basura, como con el mando de la tele. Y lo de replicar a las críticas de los críticos, estoy de acuerdo, no hay que amordazar al autor, pero no se puede pedir más crítica y luego decir que el crítico está fumao, eso no es coherente. Sólo sería coherente dar palmaditas en la espalda si estamos de acuerdo con la crítica que nos hace. Es mi opinión.

Juan Carlos Márquez dijo...

Manu:
Esa crítica a la que te refieres aún es ininteligible para mí, que algo de esto sé. De hecho, aún no sé si era buena o mala, lo que sí estaba era viciada en su origen como la mayoría de las críticas pangeicas, que se dedican a criticar los libros no por lo que son sino porque no son lo que los críticos hubieran querido que fueran. Sería más coherente que ese perfil de críticos pangeicos invirtiera su energía en escribir su propio libro, en lugar de decirles a los autores que no son de su cuerda lo que tienen que hacer. Por otra parte, no fui el único que no entendió nada, hay otros comentarios en ese mismo sentido, además de varios correos personales que me llegaron a raíz de aquello. Hubo otras críticas, algunas favorables y otras no tanto, y yo sólo replique a esa, porque no la entendía y a día de hoy sigo sin entenderla.