Efectivamente. La mayor rentabilidad del "fenómeno" vendría desde su aspecto de ventana al mundo; es decir, de fisura en el anquilosado y estrecho entramado de intereses, personas y prejuicios, que decide que es lo que se lee y lo que no; lo que "ha de nacer" a los ojos de los demás, y lo que debe de quedarse como "neonato". Los blogs, de alguna manera, nos posibilitan ejercer de matronas de nuestros propios engendros, evitando así abortos creativos.
Antes de creada la Internet la propiedad intelectual era rigorosamente respetada por editoriales, disqueras y demás empresas que dependían del talento artístico. Aparecida la web, sus propietarios se convirtieron en las únicas personas con licencia para violar todas las normas de propiedad intelectual. Muchas editoriales quebraron al igual que sus autores, pues tan pronto salían los libros al mercado su contenido aparecía publicado en blogs con editores desconocidos, esto desde luego con total complicidad de Google, que entre otras cosas estimula a crearlos. Google es el mayor pulpo de la piratería, y ha llegado la hora de que escritores, poetas y editores de libros tomemos cartas en el asunto. Google no se puede escudar en el pluralismo de la web para violentar descaradamente la propiedad intelectual. Se debe legislar al respecto, alguien los tiene que poner en cintura, pues Google se está convirtiendo en una amenaza para el talento artístico. Anuncio la creación de un sindicato de escritores de blogs, pues nuestro trabajo merece respeto. En el caso particular he visto como muchas de mis historias eróticas aparecen en diferentes blogs con títulos diferentes y omitiendo mi nombre como autor. SALOMÓN BORRASCA
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Efectivamente. La mayor rentabilidad del "fenómeno" vendría desde su aspecto de ventana al mundo; es decir, de fisura en el anquilosado y estrecho entramado de intereses, personas y prejuicios, que decide que es lo que se lee y lo que no; lo que "ha de nacer" a los ojos de los demás, y lo que debe de quedarse como "neonato".
Los blogs, de alguna manera, nos posibilitan ejercer de matronas de nuestros propios engendros, evitando así abortos creativos.
BOLETÍN DE PRENSA No. 01
Antes de creada la Internet la propiedad intelectual era rigorosamente respetada por editoriales, disqueras y demás empresas que dependían del talento artístico. Aparecida la web, sus propietarios se convirtieron en las únicas personas con licencia para violar todas las normas de propiedad intelectual. Muchas editoriales quebraron al igual que sus autores, pues tan pronto salían los libros al mercado su contenido aparecía publicado en blogs con editores desconocidos, esto desde luego con total complicidad de Google, que entre otras cosas estimula a crearlos. Google es el mayor pulpo de la piratería, y ha llegado la hora de que escritores, poetas y editores de libros tomemos cartas en el asunto. Google no se puede escudar en el pluralismo de la web para violentar descaradamente la propiedad intelectual. Se debe legislar al respecto, alguien los tiene que poner en cintura, pues Google se está convirtiendo en una amenaza para el talento artístico. Anuncio la creación de un sindicato de escritores de blogs, pues nuestro trabajo merece respeto. En el caso particular he visto como muchas de mis historias eróticas aparecen en diferentes blogs con títulos diferentes y omitiendo mi nombre como autor.
SALOMÓN BORRASCA
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