Hace algunas semanas, mientras buscaba un poco de documentación y otros puntos de vista sobre los rasgos comunes que apunta la Literatura del Siglo XXI con motivo de una charla a los alumnos del Máster de Escuela de Escritores de Madrid, me encontré en un blog con estas tres fotografías en un mismo post, separadas, eso sí, por bloques de texto. El texto que acompañaba a las fotografías era muy interesante pero a la postre innecesario, porque las fotografías por sí solas y colocadas en este orden diacrónico constituyen una teoría de la evolución del papel del escritor y de los condicionantes de su obra mucho más elocuente y compleja que cualquier teoría escrita. Os dejo con ellas y espero que os inviten a la reflexión, como me invitaron a mí.
2 comentarios:
Las fotografías son muy buenas por sí solas, pero puestas una detrás de otra constituyen una historia cuyo eje central es la evolución del escritor. Como dices, el texto es innecesario.
Mientras las dos primeras fotos son de escritores con cabeza, o al menos eso sugieren las imágenes, la tercera, de puro virtual, ha pasado a ser sencillamente el Ojo que todo lo ve de un Gran Hermano que no necesita mostrarse, con la pantalla como único reflejo... La última resulta, debido a esa ausencia manifiesta, de lo más inquietante.
Un abrazo
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