6 de noviembre de 2009

GENERACIÓN PLICA

Estos últimos años han emergido (todo lo que se puede emerger en el cuento) una serie de escritores con una característica común: provienen del boom de los concursos. Es decir, se han ido abriendo camino en solitario, exponiendo sus cuentos al juicio de los jurados, elevando gradualmente sus ambiciones hacia certámenes de mayor prestigio. Durante años, a quienes han participado (y sobre todo ganado) en concursos se les ha mirado en ciertos círculos literarios con desprecio, como desarrapados, sobre todo por esos escritores cuya valía literaria reside en una red tupida de amigos e influencias (profesores de universidad, editores, generaciones, escritores padrino, mecenazgos compinches, etcétera) ya sean de cuna o adquiridas. Algo se está moviendo en las márgenes, muy despacio, como un iceberg, y yo lo celebro porque la mayoría son escritores de calidad. Podría llenar esta reflexión de nombres, pero no hace falta porque nosotros ya sabemos quiénes son: la Generación Plica, la de la perseverancia, la igualdad de oportunidades, el trabajo, el talento y la suerte. Benditos sean.

24 comentarios:

Valdemar Canaris dijo...

Suerte con esas plicas. ¡Adelante!

Chiki dijo...

Casi dan ganas :-)

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Nunca lo había visto así... pero tienes razón.

Me ha encantado descubrir tu blog.

Un beso.

Soledad.

Manu Espada dijo...

Estoy de acuerdo, pese a Vila-Matas. Sin los concursos muchos buenos autores aún serían desconocidos, y morirían en el anonimato. Esa es la palabra: perseverancia.

Anónimo dijo...

Doy fe. Además, la literatura es siempre intento y aprendizaje; cuando se lee, cuando se reflexiona, cuando se escribe, cuando se vive. Corregir debe ser entendido como perfeccionar. ¡Pobres, quienes vivaquean en sus ombligos!

Juan Carlos, haz más sucinto el artículo suprimiendo "a la superficie", o alárgalo añadiendo "(v.l.r.)"

Ánimo, esfuerzo, suerte y saludos.

Anónimo dijo...

Benditos sean los concursos honestos, los ganadores de esos concursos y sus relatos que de esa forma han ido viendo la luz y hasta han sido publicados como volumen de cuentos para disfrute y regocijo nuestro...amen.

Por su constancia, honestidad y amor por lo que hacen les reconoceréis.
R.A.

Juan Carlos Márquez dijo...

Por favor, disculpad los autores de los últimos comentarios. En el proceso de validación se han ido al limbo, no sé con que tecla.

Marta María López dijo...

Esperaba y espero que te den el Setenil. Los dos libros tuyos que leí me parecen merecedores, especialmente Norteamérica profunda. Estoy deseando que te publiquen el de Ribera del Duero para poder leerlo. El relato que colgaste en el blog me gustó muchísimo y creo que presagia un buenísimo libro de relatos.

Habrá que leer a Clemot.

Un abrazo.

FERNANDO CLEMOT dijo...

Me gusta el nombre que ha puesto Juan Carlos a ese grupo de escritores de relatos que provienen del mundo de los premios.
A los premios creo que se llega primero buscando confianza y luego porque crees que es el único lugar donde puedes encontrar cierto reconocimiento, un reconocimiento directo. Para nuestra desgracia parece el único rincón "democrático" ( no siempre) en un mundillo demasiado pendiente de la economía y no de la literatura. La verdad es que se acaba en los concursos porque la puerta de las editoriales parece siempre cerrada para los libros de relatos... Generación Plica está muy bien, a ver si suena.
Un abrazo muy fuerte a todos.

Juan Carlos Márquez dijo...

Copio a continuación el comentario de Andrés Pérez Domínguez, que fue uno de los que se fue al limbo:

Juan Carlos, te lo escribí ayer en tu blog, pero mi comentario es uno de los que se ha borrado. Yo soy de la Generación Plica también. Y, sin esos certámenes que algunos critican sin tener ni idea de lo que hablan, creo que no habría podido dedicarme a este oficio de inventar historias. Siempre lo he dicho: no saben cuanto bien han hecho ni cuantas ilusiones han repartido los ayuntamientos, fundaciones e instituciones que se han tomado la molestia de organizar un certamen literario. A mí me sirvió, hace años, para darme cuenta de que lo que hacía podía gustar a los demás, para darme a conocer. Que nadie me diga que no sirven para nada. Un abrazo

Juan Carlos Márquez dijo...

Muchas gracias a todos por vuestras intervenciones. Al anónimo de las generaciones, cuyo comentario respetuoso se perdió, le digo que yo tampoco creo en las generaciones y que lo de Generación Plica es una forma de denominar a una no generación, pues no existe entre los escritores que comento un eje literario común ni unos rasgos comunes de escritura, salvo el de compartir un mismo camino de acceso al reconocimiento de su trabajo y un mismo tiempo.
A los de los comentarios insultantes no les contesto porque valoro mucho mi tiempo.

IHB dijo...

Buen calificativo. El premio espolea el siguiente relato. Anima a continuar. Y en el camino se descubre también qué se cuece en este mundo, las intrigas y los fraudes que se dan por estos lares. Al final siempre queda la risa. Continuar y tener esperanza en el siguiente. En la llamada salvadora. Un abrazo.

Xuan dijo...

Una definición perfecta con la que me siento identificado.

Fernando Valls dijo...

Lo que apunta Clemot me parece muy razonable, pero llega un momento en que hay que despegarse de los concursos, como hizo Bolaño, porque si no acaba uno convirtiéndose en Carlos Murciano. Clemot, por ejemplo, ya no debería necesitar acudir a ningún concurso de cuentos más.

FERNANDO CLEMOT dijo...

Creo que lo que señala Fernando sobre los concursos de cuentos es totalmente cierto.
Hay un momento en que se debe dejar de participar en los concursos de relato, por tu propio desarrollo como escritor, si no se deja aquello que era una ilusión o una afirmación se convierte en una forma de subsistencia, se crea un cierta "adaptatio" de tu escritura a los clichés que se premian en estos certámenes.
Dentro de una carrera literaria no creo que la época de los concursos de cuentos deba durar más unos pocos años, pero vamos que es mi opinión...

Juan Carlos Márquez dijo...

De los concursos hay que quitarse, estoy de acuerdo, por lo que comenta Fernando y porque hay que dejar espacio a nuevos ciclos de escritores.

Libros Gratis dijo...

Mejor opinión que esta no se podría dejar, totalmente de acuerdo contigo.

Elena dijo...

Lo primero, felicidades a Fernando Clemot por el Setenil. Precisamente a finales de octubre -antes de conocerse el fallo- pasé por Madrid y quise traerme en la maleta el libro, del que había leído muy buenas críticas. No lo pude encontrar. A ver si ahora mejora la distribución y me lo puedo traer cuando vaya a España en Navidad.

Pero, al filo de esto de los concursos, me interesa un comentario que le he leído a Juan Carlos en otro foro, en el que descalifica un determinado concurso, afirmando que es de "prestigio medio-bajo". Vamos a ver, a quienes andamos en esto creo que nos queda claro que hay unos cuantos premios en España (y fuera de ella, estoy pensando por ejemplo en el Rulfo) que son codiciados por la mayoría: por su dotación económica, por el jurado calificador, por la personalidad literaria que les da cobertura (el NH y su Vargas Llosa), etc. Ahora bien, cuando nos metemos en otras aguas, como era este premio en concreto al que se refería el comentario de Juan Carlos (cuya dotación de 3.000€ tampoco es como para hacerle ascos), yo pregunto: ¿cuáles son los baremos?, ¿hay algún código no escrito cuyo articulado aún desconozco -soy relativamente nueva en estas lides- que contenga la tipología "concurseril"?

Y respecto a esto último que dices, Juan Carlos, que hay que quitarse de los concursos llegado un cierto momento, yo te pregunto: ¿qué nos queda entonces para darnos a conocer, para estimularnos a escribir, a quienes carecemos de padrinos, contactos, amigotes, etc. que nos introduzcan en una editorial?

Juan Carlos Márquez dijo...

Hola, Elena, mi comentario en ese otro foro tenía como única intención mostrar mi extrañeza por el hecho de que dos escritores conocidos, uno de ellos conocidísimo y en boca de todos, se presentaran a ese concurso. Por otra parte, en el circuito de los concursos, el certamen que nos atañe, hoy por hoy, es un concurso medio, al menos en lo que concierne a la dotación. En cuanto a lo de quitarse de los concursos, yo me refería a los escritores con libros publicados.

Fernando Valls dijo...

Me parece que ahora mismo hay dos premios de cuentos que te `consagran´, dejadme que ponga un poco pomposo, son el NH y el Setenil. Y ya si ganas el Nacional o el Premio de la Crítica con un libro de cuentos es para tirar cohetes... El Ribera de Duero ha empezado muy bien, pero hay que esperar para ver cómo sigue. Otros, en cambio, como el Hucha de Oro o el Gabriel Miró nunca han logrado acertar del todo.
Pero también quiero recordar que Cerezales, Tizón o Castán, no han necesitado ningún premio para que los respetemos como grandes escritores de cuentos.

Juan Carlos Márquez dijo...

El Hucha es un premio intermitente, pues hace pocos años tuvo el buen gusto de premiar un cuento de Ignacio Ferrando. Lo preocupante de este premio, como de otros tantos, creo yo, es el prejurado.

Elena dijo...

Qué sincronicidad, no hace ni un cuarto de hora estaba tumbada en el sofá leyendo "El campeón", con el que Benítez Reyes se llevó el Hucha de Oro hace unos años. Me ha parecido bueno, como me lo parece la mayor parte de lo que escribe este hombre, pero, no sé, dados los 30.000 euros del ala espera una el acabose. También leí en su día el "Yardbird" de Ferrando, un autor al que admiro muchísimo. No sé cómo serían los otros cuentos a los que desbancó, pero me pareció un premio muy merecido.

Por cierto, que alguien me explique, por favor, cómo va esto de la cesión de derechos de publicación y el carácter inédito de los cuentos. No entendí por qué "Yardbird" aparece en "Ceremonias de interior", ganadora del Tiflos (que creo que exige cuentos no premiados, inéditos, etc.), como tampoco he entendido por qué aparece "Todos los demás" en la última antología de cuentos que acaba de publicar B. Reyes, ya que, si no me equivoco, ese cuento fue el que ganó el NH del año pasado. Soy novata: ¿alguien puede decirme cómo funcionan estas cosas?

Juan Carlos, cuando dices que lo preocupante es el prejurado en el Hucha de Oro, ¿te refieres a que los cuentos que seleccionan como finalistas dejan mucho que desear? ¿Alguien sabe quiénes forman ese prejurado?

Estoy muy preguntona, perdón.

Juan Carlos Márquez dijo...

Hola, Elena, los premios a libros de relatos suelen hacer la vista gorda, aunque pidan el oro y el moro. Saben que ningún escritor cuya obra merezca el premio va a tener reservados una docena de cuentos esperando a ser premiados como libro inédito. Es una base disuasoria, pero no sé si ya regía cuando ganó Ignacio. Es posible que entonces solo se precisara que los relatos fueran inéditos o incluso que lo sólo lo fuera el conjunto, y además muchos relatos premiados no pierden la condición de inéditos. Por otra parte, el Tiflos no hace públicos los cuentos que componen el libro ganador en el momento del fallo, lo que hace imposible la impugnación.

En cuanto al NH, en sus bases se reserva sus derechos y publica el libro de rigor, pero luego es generoso con los autores y no entorpece que un cuento llegue a más lectores en nuevos libros. Lo normal, en este y otros concursos, es que se conformen con una mención del premio en el cuento en cuestión.

El problema del prejurado, cuando no está capacitado, es lo que puede seleccionar como finalista pero también lo que deja de seleccionar.

Saludos

Fernando Valls dijo...

El problema del Hucha de Oro, Juan Carlos, no es que no premie buenos cuentos, que también, con todas las excepciones que quieras, es que los libros no se ven en ningún sitio. Problema que comparte con el NH, aunque yo no puedo quejarme porque tienen la amabilidad de mandármelos siempre.